Bolivia es un país lleno de contrastes. Es uno de los
países más pobres de América del Sur y uno de los países más ricos en
biodiversidad en el mundo. Es uno de los pocos países con un presidente
indígena y uno de los muchos países que violan los derechos indígenas. Es uno
de los pocos países con una innovadora normativa ambiental y uno de los muchos
países con una implementación deficiente de la misma.
Desde la elección del Presidente Evo Morales en 2005,
Bolivia ha pasado por un “proceso de cambio” que incluye un nuevo modelo de
desarrollo y la promulgación de una nueva Constitución Política que reconoce el
desarrollo sostenible – concepto introducido por la Comisión Brundtland (1987)
como “aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin
comprometer la habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades.”
Considerando este contexto de cambio y contraste, el
objetivo de este ensayo es analizar el estado de arte del desarrollo sostenible
en Bolivia para identificar los desafíos que enfrenta y formular
recomendaciones. Para este análisis se tomarán en cuenta las tres dimensiones
del desarrollo sostenible: ecológica, económica y social.
Modelo de desarrollo en Bolivia
¿Qué es lo novedoso del modelo de desarrollo boliviano,
según el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia digna, soberana, productiva y
democrática para Vivir Bien, 2006-2010”? Primero, cambia el modelo de
desarrollo neoliberal enfocado en el sector privado a una economía plural,
organizada en cuatro dimensiones (estatal, comunitaria, privada y cooperativa)
y dirigida por el Estado. Segundo, Bolivia cambia de ser un país exportador de
materias primas a ser un país exportador de recursos naturales
industrializados. Tercero, el medio ambiente se vuelve un tema primordial para
Bolivia: Los recursos naturales son administrados por el Estado y la madre
tierra (= pachamama) recibe derechos fundamentales igual a un ciudadano
boliviano, como por ejemplo el derecho a la vida, agua limpia, aire y vida
libre de polución (Radicella, 2012).
Este nuevo modelo de desarrollo responde al paradigma
de bienestar llamado “vivir bien” – que significa por un lado el acceso y
disfrute de los bienes materiales y, por otro lado, la realización afectiva,
subjetiva y espiritual, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los
seres humanos; con los enfoques transversales de innovación, equidad y medio
ambiente.
Tanto el “vivir bien” como los derechos otorgados a la
Pachamama reflejan una cosmovisión indígena, una espiritualidad similar a los
principios propagados por la Carta de la Tierra. Pero, al igual que la Carta de
la Tierra, son una visión para el futuro. ¿En qué medida se ha cumplido esa
visión en la realidad boliviana?
Desafíos del desarrollo sostenible en Bolivia
En la dimensión económica el desafío sigue siendo la
industrialización. A pesar de los lineamientos del nuevo modelo de desarrollo,
Bolivia sigue un modelo de desarrollo extractivista, cuyo PIB ha crecido debido
a las exportaciones de los hidrocarburos y minería (Fuentes, 2010). Lo que se
puede resaltar positivamente es que el gobierno ha utilizado la renta de los
recursos naturales nacionalizados para apoyar a los sectores desfavorecidos,
como son los indígenas y campesinos (Fuentes, 2010).
Aunque el gobierno redistribuye la riqueza de la explotación de los
recursos naturales, esto sucede a costo del medio ambiente – explotando los
recursos hidrocarburos, mineros y extendiendo la frontera agrícola. Estos sectores
reciben la mayor parte del presupuesto nacional, dejando solo un 7% para la
educación y el manejo forestal (Fundación TIERRA, 2010). Siendo el bosque uno
de los principales recursos naturales para Bolivia, la asignación de un
presupuesto mínimo para este sector pone en duda la prioridad que tiene el
medio ambiente en el nuevo modelo de desarrollo.
En la dimensión social, se puede aplaudir al gobierno
por sus políticas de seguros sociales y rentas para los más vulnerables en el
país, especialmente para los sectores indígenas y campesinos.[1] Al
mismo tiempo, hay que aplaudir con cautela, ya que en los últimos años de
gobierno se ha podido percibir que las políticas fueron implementadas de forma
discriminatoria. Por ejemplo, en la implementación de las políticas de tierras
el sector campesino ha tenido mayor facilidad en acceder a y legalizar sus
tierras (Eger, 2013), mientras que los derechos territoriales de los pueblos
indígenas han sido violados muchas veces, siendo el caso más notorio la
construcción de una carretera por la Tierra Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure (Eger, 2012).
CONCLUSIONES
A
primera vista, el modelo de desarrollo en Bolivia es ejemplar, pero un análisis
más profundo muestra que es abusado para justificar nacionalizaciones y
políticas discriminatorias, ambos a costo del medio ambiente y de los derechos
indígenas. En conclusión, el desarrollo sostenible en Bolivia solo existe en la
realidad legal, pero no es implementado. El reto para Bolivia es llegar a un
equilibrio entre las tres dimensiones del desarrollo sostenible y no apostar
solamente por la dimensión económica a costo de las dimensiones ecológica y
social.
RECOMENDACIONES
Para lograr el balance de todas las dimensiones del
desarrollo sostenible en el contexto de políticas de nacionalizaciones en
Bolivia, no se podrán aplicar los incentivos económicos e inversiones privadas,
como sugiere el GEO4 (2007: 10). Este cambio no es promovido por el
gobierno ni los privados, como sugiere el GEO4 (2007: 22), sino por la sociedad
civil, particularmente el sector indígena. Por lo tanto, la recomendación es
fortalecer al movimiento indígena en su lucha por la protección del medio
ambiente y los derechos indígenas, ya que estos engloban los principios de la
Carta de la Tierra y de un desarrollo sostenible para Bolivia.
Por: Kristina Eger
Por: Kristina Eger
BIBLIOGRAFÍA
Azurduy, H. (S.F.). Agricultura cruceña y medio
ambiente. Obtenido el 23 de julio de 2013, de: http://mojon21.blogspot.com.br/search/label/Econom%C3%ADa%20-%20Medio%20ambiente
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
2009.
Eger, K. (2013). 10 años de saneamiento de tierras
comunales en la Provincia Velasco: 2001-2011. Manuscrito sin publicar.
Eger, K. (2012). TIPNIS somos todos. Obtenido el 26 de
julio de 2013, de: kristinamericana.blogspot.com
Fuente, M. (2010). Bolivia: ¿Rumbo a un nuevo modelo
de desarrollo? Nueva Crónica y Buen Gobierno, 66, p.9.
Fundación TIERRA
(2010). Proponen cambio de modelo de desarrollo en Bolivia. Obtenido el 23
de julio de 2013, de:
http://www.ftierra.org/ft/index.php?option=com_content&view=article&id=3831:rair&catid=98:noticias&Itemid=175
Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo (Comisión Brundtland) (1987). Nuestro futuro común.
La Carta de la Tierra.
Plan Nacional de Desarrollo del Estado Plurinacional
de Bolivia. Bolivia digna, soberana, productiva y democrática para Vivir Bien.
2006-2010.
PIEB (2013). La
deforestación puede tener un impacto mucho más grande que el cambio climático.
Obtenido el 23 de julio de 2013, de:
http://www.ftierra.org/ft/index.php?option=com_content&view=article&id=15320:rair&catid=172:recursos-naturales&Itemid=243
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(2012). GEO5 Perspectivas del medio ambiente mundial. Resumen para
responsables de políticas.
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(2007). GEO4 Perspectivas del medio ambiente mundial. Resumen para
los tomadores de decisiones.
Radicella, L.
(2012). Protecting Pachamama: Bolivia´s new environmental law. The Argentina
Independent. Obtenido
el 23 de julio de 2013, de:
http://www.argentinaindependent.com/socialissues/environment/protecting-pachamama-bolivias-new-environmental-law/
[1] En Bolivia, se denomina
indígenas a los pueblos de tierras bajas que tienen una visión de desarrollo de
sostenibilidad y autoconsumo, mientras que se denomina campesinos a los
originarios de tierras altas con una visión de desarrollo productiva.