En la Carta de la Tierra todos somos llamados a construir una sociedad global sostenible. Para lograr esta meta debemos actuar conjuntamente y coordinadamente, siguiendo los principios promovidos en la Carta de la Tierra. Estos principios promueven un concepto de sostenibilidad fundado en la interrelación entre la protección ambiental con la protección de los derechos humanos, la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la democracia y la promoción de una cultura de paz. ¿Cómo podemos implementar los principios de la Carta de la Tierra y lograr la sostenibilidad de la sociedad global?
En
Bolivia, la respuesta es fácil: siguiendo los pasos de los pueblos indígenas. La
vida de los pueblos indígenas está intrínsecamente ligada al territorio. Para
los indígenas el territorio abarca “dimensiones materiales, socioculturales,
simbólicas, políticas” - el territorio es “la casa grande” (Canedo, 2011: 8-9).
Por lo tanto, los pueblos indígenas cuidan su territorio como nosotros cuidamos
nuestra casa. Nuestra casa es el hogar de nuestra familia, el patrimonio que les
dejaremos a nuestros hijos. Para los indígenas, el territorio es el patrimonio
cultural, social, político y económico donde se puede desarrollar su pueblo,
donde ha vivido y seguirá viviendo generación por generación. La visión que
tienen los pueblos indígenas del territorio es integral e intergeneracional –
una visión de desarrollo rural sostenible ejemplar.
Al
mismo tiempo, esta visión de desarrollo choca con los intereses de otros
sectores que no respetan los espacios de vida de los pueblos indígenas. El
ejemplo más reciente es la intensión del Gobierno de construir una carretera
por la mitad del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS)
sin consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas que viven en el
TIPNIS. Para frenar la obra, los pueblos indígenas del TIPNIS han movilizado a
pueblos indígenas de todo Bolivia por segunda vez en menos de un año en una
marcha por la defensa de la vida y dignidad, los territorios indígenas, los
recursos naturales, la biodiversidad, el medio ambiente, las áreas protegidas,
el cumplimiento de la Constitución Política del Estado y el respeto de la
democracia. En esta IX marcha los pueblos indígenas están recorriendo 602
kilómetros desde Trinidad hasta La Paz para reclamar el respeto de sus derechos
ante el Presidente Evo Morales.
No
todos podemos seguir los pasos de los pueblos indígenas, no todos compartimos
su visión de desarrollo, pero si todos debemos respetar su forma de vida y
reconocer la importancia que esta tiene para todos nosotros. Aquí empieza el
trabajo de las organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos
de los pueblos indígenas. Una es Fundación TIERRA – una organización no
gubernamental boliviana, dedicada a la búsqueda de ideas y propuestas para el
desarrollo rural sostenible de base indígena, originaria y campesina (http://www.ftierra.org).[1] Fundación
TIERRA promueve los derechos de los pueblos indígenas al acceso a tierra y la
participación política a través de la titulación de la tierra, la documentación
de las personas, la capacitación sobre derechos y políticas y la promoción de
espacios de diálogo. El enfoque de Fundación TIERRA es investigación – acción,
por eso todas estas acciones nacen a base de carencias identificadas en el
trabajo de investigación.
El
trabajo de Fundación TIERRA no se limita al fortalecimiento de las capacidades
de los pueblos indígenas, sino también abarca la sensibilización de la sociedad
sobre los derechos de los pueblos indígenas – en la actualidad relacionado a
las últimas dos marchas indígenas. Para visibilizar el tema TIPNIS, Fundación
TIERRA ha acompañado las dos marchas, publicado noticias en vivo y artículos de
análisis en su página web y publicaciones que han sido redistribuidas en otros
medios de comunicación y comentadas universalmente.
Asimismo,
las marchas iniciadas por los indígenas del TIPNIS han logrado unificar a
pueblos indígenas de todo Bolivia, instituciones y organizaciones a nivel
nacional e internacional, así como la sociedad civil a nivel internacional por
un tema: la sostenibilidad. Y la movilización ya no es solamente por la
sostenibilidad del TIPNIS, sino por la sostenibilidad de todos los parques
nacionales en Bolivia; y no solamente por los parques nacionales en Bolivia,
sino por los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo; y no solamente
por los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo, sino por los
derechos de la sociedad global; y no solamente por los derechos de la sociedad
global, sino por la sostenibilidad de la sociedad global.
“TIPNIS
somos todos” decían las pancartas de los manifestantes en respuesta a la
violencia ejercida en contra de los marchistas de la VIII marcha. Ese lema es
la Carta de la Tierra hecha realidad: El TIPNIS como símbolo de sostenibilidad
y la unidad universal en torno a la sostenibilidad.
“TIPNIS
somos todos” muestra que el conflicto por el TIPNIS nos afecta a todos. No son
esos indígenas marchando en Bolivia para defender sus tierras – son esos
indígenas marchando ¡por nosotros!
Bibliografía
Bolivia, Asamblea Constituyente. (2009).
Constitución Política del Estado. Obtenido el 16 de junio de 2012, de: http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/view/36208
Canedo Vásquez, G. (2011). La Loma Santa: una utopía cercada. Territorio, cultura y Estado en la
Amazonía boliviana. La Paz: Plural.
Vadillo, A. (2011). La lucha es por la tierra y el
territorio. Mojón21 Revista de
pensamiento político cruceño, 1 (4), 5-6.
[1] Según la Nueva
Constitución Política del Estado (2009), los pueblos de existencia pre-colonial
son denominados pueblos indígena originario campesinos en Bolivia. En este
ensayo usaré el término ‘pueblos indígenas’ o ‘indígenas’ para referirme a los
pueblos indígena originario campesinos.
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